Un cambio de casa era todo un acontecimiento en por aquellos años,
ya que implicaba la llegada de una gran catidad de carruajes, las despedidas
principalmente de las criadas, dos de ellas habían nacido en esta localidad, y
por primera vez irían a Londres, por lo que el ajetreo comenzó antes del
amanecer. Al despertarse Sofhie ese día pudo sentir que los primeros carruajes
ya se marchaban, sin duda el equipaje y algunas de las criadas se fueron
primero, pues debían llegar a acondicionar la nueva vivienda, aun no podía
pensar en ese lugar como su nuevo hogas, extrañaría tanto la casa de su
hermana, el campo, las flores, los arboles, el olor a tierra mojada cuando
llovía. Una lagrima se asomo en sus ojos, todo sería diferente ahora, su
hermana asomo la cabeza, le dedicó una sonrisa melancolica y le informó que su
padre habia dejado instrucciones de que se vistieran con sus mejores trajes
para el viaje.
Sofhie miró resignada, sobre su cama un traje de terciopelo azul
turqueza, sobre el tocador, joyas haciendo juego y la tiara de su madre. La
criada llegó con el desayuno y comenzó con el ritual de vestirla, los enaguas
el corse, apretado, el miriñaque, sofhie
protesto, era absurdo hacer un viaje con esos alambres puestos, algunos falsos
mas, para dar amplitud y finalmente el vestido, respiro profundo una vez mas,
un ultimo apretón al traje y se dirigió donde su hermana, quien finalizaba el
mismo proceso.
A ellas les gustaba peinarse mutuamente, por lo que comenzaron a
trabajar; cerca de las 9 ya no podían retrar mas el viaje, y se dispusieron a
abordar el carruje.
Antes de subir con el pie puesto sobre la escalinata y sujetando
la mano del cochero, dieron una ultima mirada a su hogar, una sonrisa fue su
despedida y emprendieron el viaje.
Las dos jovenes se encontravan ya en viaje, llevaban cerca de una
hora de silencioso viaje, solo escuchando el trote rítmico de los caballos y
las ruedas sobre el camino. Su padre habia decidido q ellas compartieran un
mismo coche, mientras el iba en otro junto
a algunos criados.
Juliet veia a sophie retocerse las manos con la vista perdida en
la ventana, con el rostros anegado de lagrimas y un aura sumamente triste.
- cariño ¿qué es lo que tienes, te noto
tensa desde que salimos de casa? - dijo juliet mientras se acercaba a su
hermana
- esto no esta bien , no deveriamos
irnos de casa , tengo un mal presentimiento, talvez no sea buena idea.
Juliett suspiro y le dedico una sonrisa
de consuelo, de echo ella sentia que algo grande venia en proceso y sin duda su
padre tenía planes para ambas, esa idea la venia inquietando desde que su
esposo murio.
- todo va a estar bien - dijo
sonriendo, tratando de parecer mas segura de lo que se sentía en realidad- las cosas suceden por algo , sea lo que sea
que nos depare el futuro estaremos juntas - es lo minimo que podia decir para
no preocuparala mas.
- piensa, tendremos casa nueva , la
decoraremos juntas, nuevos vestidos, y haremos nuevos amigo no te parece
divertido- agrego para subirle el animo
Justo dio en el clavo
Sophie se echo a reir y abrazo a Juliett
Ambas se animaron ante esa perspectiva
optimista, miraron por las ventanas y observaron habían rebaños pastando en las
laderas distantes, y los arboles mesian sus ojos, como diciendo adiós, pensó
sofhie.
Ella se consideraba afortunada a pesar
de haver perdido a su madre tenia a juliet
Las chicas rieron un tiempo mas y
sophie suspiro
- ¿por que teniamos que ponernos estos
vestidos , son muy elegantes y pesados resultan algo incomodos para viajar?
Juliet se echo a reir al ver la cara de
su hermana ciertamente las chicas llevaban vestidos pesados para el viaje
inclucive su padre las hizo empolvarse un poco.
Juliett miro a Sofhie y tomando su
bolso saco un pequeño frasco con polvos y comenzó a arreglar el maquillaje de
su hermana.
Su padre sabia bien lo que hacia y
havia un motivo para esto, Juliett finalizo su cometido, tenia que reconocer que tenia miedo de lo que serian sus futuros
Viajaron varias horas, entre
risas, conversaciones triviales y sobre todos recuerdos, hasta que finalmente
se durmieron. Sophie sintio que el carruaje se
detenia respiro ondo y decidio levantar a julie ciertamente ella necesitava un
poco de descanzo, despues de todo la sentia mas tranquila
- julie , julie repetia suavemente
Hasta que una relajada julie empezo a
despertar, se escucho la puerta del carruaje se habria fuertemente Juliet
se termino de despertar espantada y sophie solto un chillido
Vieron a edmund st clair con un rostro
serio
- padre - dijo juliet mientras lo veia
asustada
- sucedio algo - termino sophie la
oracion
- arreglence llegamos a Palacio, deben estar listas para que conscan
a su majestad y a su corte
- ahora - dijo sophie
Juliet confirmo sus sopechas su
intuicion le decia que su padre haria algo asi, pero su corazon se negaba a
creerlo.
Sophie aterrada agarro la mano
enguantada de su hermana buscando algo de confort
Juliet bajo lentamente del carruaje con
ayuda de su padre seguida de sophie ambas chicas hicieron una pequeña
reverencia a los de la servidumbre y abanzaron lentamente detras de su padre.
El palacio era imponente, el edificio
mas grande que hubieran visto jamás, los estandartes del rey flameaban y
elegantes guardias les hacían reverencias al pasar.
Avanzaron siguiendo a un serio
caballero que los condujo constante hasta que se detuvieron frente a unas
amplias puertas de roble labradas.
Las dos
hermanas se dedicaron unas mirada, en sus rostros eran evidentes el miedo y la
espectacion, respiraron profundo y se dieron una ultima sonrisa de animo, en
sus mente se repetía una y otra vez a gran velocidad el protocolo de conducta
que debían tener frente a su Magestad.
Las puertas se abrieron y fueron anunciados, sus corazones latian
desbocados.
Lord edmund st clair
Su padre avanzó decidido y sonriente hizo una gran
reverencia
Y tomo posición.
Juliet st clair viuda de lord george
vicent, anuncio la voz, y ella atravezo en umbral, alta ergida, altiva,
distinguida, como se le habia enseñado. Juliet hiso una pequeña
reverencia obcervo el espacioso lugar y bajo su mirada, tal y como lo mandaba
el protocolo.
Y la joven sophie st clair termino de presentar
el lacayo
Sophie hizo la entrada correspondiente
Sonrio un poco y dejo la mirada al
frente al caminar.
La corte estaba compuesta por el Duque
de norflok , Charles brandon y Antony knivert los tres
hombres eran apuestos, y jóvenes, intercambiaban constantes miradas y sonrisas
lacibas al observar a las jóvenes, después de todo siempre era interesante la
carne Fresca el cuarto miembro era Cardenal tomas wosley, un hombre de
impenetrable mirada y considerablemente mayor y su magestad el Rey Enrique
VIII, negar su atractivo era imposible.
las muchachas se ubicaron timidamente
al costado del salon,
Sofhie, hizo su reverencia, fue
graciosa y delicada y al levantar la vista, se encontro por
primera vez con los ojos del Rey.
Él que habia permanecido serio e
indeferente hasta el momento, al ver esos vivases ojos chocolates, se endereso
en su trono solo un pequeño gesto de interés, pero que de ningun momento
paso desapercibido al padre de la joven quien sonriendo ampliamente
se dirigio a saludar al cardenal.
- sean
bienvenidos a Londres
Exclamo
el rey
Las
chicas levantaron la miradas lentamentemente
- sra
vicent siento su perdida, una sonrisa de agradecimiento, y una nueva
reverencia.
Sophie
levanto su mirada posandola en el rey, Este observando nuevamente esos vivaces
ojos, agrego, seria un honor contar con vuestra presencia en el baile de esta
noche.
-
siertamente deveriamos de... - dijo con voz algo queda
-
aceptamos su majestad para nosotros seria un honor asistir - exclamo edmund
interrumpiendo a sophie
-
verdad? -
Susurro
con algo de fuerza
- si
padre contestaron ambas
Sophie
se mordio lentamente el labio inferior para tratar de controlar su rabia y verguenza
, juliet puso una mano ensima de la de su hermana, ese gesto genero una sonrisa
complice en los jóvenes de la corte.
Despues
de una corta charla con los precentes edmund se depidio
Seguido
de sus hija
Hijas
- la
quiero - exclamo el rey, lo sabemos contestaron a coro sus tres amigos.